Con fuertes momentos narrativos, Leandro Diego compone un libro fragmentado pero continuo, en el que cada poema se integra en una "historia". (...) Monoimi está investido de cierta melancolía, de una certeza triste que señala una falta irreparable: la pérdida de un supuesto orden en el que el tiempo de las cosas convergía con el tiempo de sus nombres.

Tomás Villegas
(Revista El Diletante)

Leandro Diego compone un único poema largo, cuya historia tiene no poca ascendencia en la Argentina, desde Martín Fierro (José Hernández, 1872,1879), pasando por Las brigadas de choque (Raúl González Tuñón, 1933), El solicitante descolocado (Leónidas Lamborghini, 1971) y Cadáveres (Néstor Perlongher, 1984) hasta los poemas largos de Silvio Mattoni y Fogwill.
Monoimi dista de ser narrativo. Sí: hay un ambiente, un acontecimiento, un tiempo y algunos personajes. Pero sería imposible hacer una sinopsis de lo que sucede.

Marcelo Bonini
(Revista El Cocodrilo)